Nunca debemos escupir para arriba. No porque el cielo esté arriba, es por la ley de la gravedad: nos caerá encima el escupitajo.
Nunca debemos escupir para arriba. No porque el cielo esté arriba, es por la ley de la gravedad: nos caerá encima el escupitajo.
La Verdad nos hará libres.