Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
A pesar de que los evangelios nos cuentan una historia de Jesús que los mismos discípulos desmienten, resulta evidente que Roma le condenó a ser crucificado acusado de sedición.

Si repasamos los relatos que del arresto de Jesús nos hacen los mismos evangelios, no parece que el grupo de Jesús se tratara de un grupo de pacíficos pescadores dispuestos a “poner la otra mejilla”. Más bien hay indicios de que se trataba de un grupo armado.

Y lo que relato a continuación, es lo que narran los evangelios:

“Les dijo: «Pues ahora, el que tenga bolsa que la tome y lo mismo alforja, y el que no tenga que venda su manto y compre una espada;”.
(Lucas 22:36 - Biblia de Jerusalén).

“Viendo los que estaban con él lo que iba a suceder, dijeron: «Señor, ¿herimos a espada?»
50 y uno de ellos hirió al siervo del Sumo Sacerdote y le llevó la oreja derecha.

51 Pero Jesús dijo: «¡Dejad! ¡Basta ya!» Y tocando la oreja le curó.
[…] 54 Entonces le prendieron, se lo llevaron y le hicieron entrar en la casa del Sumo Sacerdote; Pedro le iba siguiendo de lejos”.
(Lucas 22:49-51, 54 - Biblia de Jerusalén)


46 Ellos le echaron mano y le prendieron.
47 Uno de los presentes, sacando la espada, hirió al siervo del Sumo Sacerdote, y le llevó la oreja.
[…] 53 Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y se reúnen todos los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas.
(Marcos 14:46-47,53 - Biblia de Jerusalén)

“Jesús le dijo: «Amigo, ¡a lo que estás aquí!» Entonces aquéllos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.
51 En esto, uno de los que estaban con Jesús echó mano a su espada, la sacó e, hiriendo al siervo del Sumo Sacerdote, le llevó la oreja.
[…] 57 Los que prendieron a Jesús le llevaron ante el Sumo Sacerdote Caifás, donde se habían reunido los escribas y los ancianos”.
(Mateo 26:50-51, 57 - Biblia de Jerusalén)

“Jesús, que sabía todo lo que le iba a suceder, se adelanta y les pregunta: «¿A quién buscáis?»
5 Le contestaron: «A Jesús el Nazareno.» Díceles: «Yo soy.» Judas, el que le entregaba, estaba también con ellos.
6 Cuando les dijo: «Yo soy», retrocedieron y cayeron en tierra.
7 Les preguntó de nuevo: «¿A quién buscáis?» Le contestaron: «A Jesús el Nazareno».
8 Respondió Jesús: «Ya os he dicho que yo soy; así que si me buscáis a mí, dejad marchar a éstos.»
9 Así se cumpliría lo que había dicho: «De los que me has dado, no he perdido a ninguno.»
10 Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al siervo del Sumo Sacerdote, y le cortó la oreja derecha. El siervo se llamaba Malco.
11 Jesús dijo a Pedro: «Vuelve la espada a la vaina. La copa que me ha dado el Padre, ¿no la voy a beber?»
12 Entonces la cohorte, el tribuno y los guardias de los judíos prendieron a Jesús, le ataron
13 y le llevaron primero a casa de Anás, pues era suero de Caifás, el Sumo Sacerdote de aquel año”.
(Juan 18:4-13 - Biblia de Jerusalén).

Es evidente que espadas hubo, y derramamiento de sangre, también.

Y muy manipulado resulta todo, cuando el único apresado resulta ser el “pacifista”.

Y fue crucificado entre dos “ladrones”. No había más sediciosos.

¡JA!
Los pobrecitos no tenían para comer que vivían de la caridad, según ellos mismos claro, pero podían pagarse una espada que por aquel entonces equivalía a dos o tres salarios jajajaja

Para algunos fueron otros, para otros fue Pedro el cortador de orejas, lo mejor lo de la cohorte romana 500 tíos para arrestar a uno solo jajajaja