la gripe española —que se desató en 1918 y mató a decenas de millones de personas—
una de las peores epidemias de la historia.
Y hay enfermedades que infectan a relativamente pocas personas,
pero que matan a un porcentaje muy alto de ellas,
por lo que en cierto sentido son más mortíferas
Ahora comparemos el pecado con una epidemia de ese tipo.
Romanos 5:12 dice lo siguiente:
“Por medio de un solo hombre
el pecado entró en el mundo,
y la muerte mediante el pecado,
y así la muerte se extendió a todos los hombres
porque todos habían pecado”.
Podríamos decir que la tasa de infección del pecado es del 100%,
pues todos los seres humanos somos pecadores (léase Romanos 3:23).