Por cierto, hace días te escribo un WhatsApp pero supongo que el que tengo ya no es tu número. Típico de los hombres, consiguen lo que quieren y se olvidan de uno.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.
Por cierto, hace días te escribo un WhatsApp pero supongo que el que tengo ya no es tu número. Típico de los hombres, consiguen lo que quieren y se olvidan de uno.
Wey, me asaltaron a principios de año y como ya me regresé q mi patria ya no pude recuperar mi número de siempre y tuve que tomar un número de aquí, invítame un ron y un habano y te paso el nuevo
Y me dejaste en eso, me sacaste del proceso, me diste una trompada con tu brazo secular, y me dejaste llorando, con los mocos por el fango mientras te pedía otra oportunidad, soy un hombre que sufre...