Tanto Mateo como Lucas hicieron malabarismos para narrar el nacimiento de Jesús en Belén. Resulta penoso que sus respectivos escritos se anulan mutuamente.
Si es cierto lo que escribe Mateo, no pudo suceder lo que escribe Lucas.
Si es cierto lo que escribe Lucas, no pudo suceder lo que escribe Mateo.
Así de simple.