Eso Seria una contradicción,
Jehova prohíbe hablar con los muertos por ser comunicación con los demonios
es un mandato de Dios.

Para cuando Saúl fue a la médium, hacía algún tiempo que Jehová le había retirado Su espíritu,
y ya no respondía sus preguntas ni mediante sueños ni mediante el Urim (utilizado por el sumo sacerdote) ni mediante los profetas. (1Sa 28:6.)

Dios ya no quería tener nada que ver con él,
y el profeta Samuel no le había visto por un largo período de tiempo, desde antes de ungir a David como rey.
Por lo tanto, no sería razonable pensar que Samuel, aun si estuviera vivo, volviera entonces para dar consejo a Saúl.

Y seguro que Dios no haría que Samuel, a quien no había enviado en vida para hablar con Saúl,
volviese entonces de los muertos para hablar con él. (1Sa 15:35.)

La posterior declaración de Jehová mediante Isaías muestra que no aprobaría la acción de Saúl ni cooperaría de ninguna manera con ella:
“Y en caso de que les digan: ‘Recurran a los médium espiritistas o a los que tienen espíritu de predicción,
que están chirriando y profiriendo expresiones en voz baja’, ¿no es a su Dios a quien debe recurrir cualquier pueblo?
¿Debe recurrirse a personas muertas en pro de personas vivas? ¡A la ley y a la atestación!”. (Isa 8:19, 20.)

Por lo tanto, cuando el relato dice:
“Cuando la mujer vio a ‘Samuel’ se puso a gritar a voz en cuello”,
es obvio que narra el suceso desde la óptica de la médium, que estaba engañada por el espíritu que se hizo pasar por Samuel. (1Sa 28:12.)