Me gusta el mar.
No me gusta estar en medio del mismo, donde ya no se aprecia tierra firme.
Me gusta el mar.
No me gusta estar en medio del mismo, donde ya no se aprecia tierra firme.
Para finiquitar una contienda, no siempre es necesario ser uno quien dice la última palabra. Se proclama uno satisfecho y victorioso; cuando el argumento enemigo empieza a tornarse incoherente, vacío, desesperado y sin sentido...