Iniciado por
Metatron
Creo haber enfocado todas las aristas habidas y por haber. Por el contrario, varios de mis planteamientos no han sido abordados. Sabemos de gente que no quiere hijos. La cuestión es a quiénes entregar la adopción. Ése es el dilema. Y ante un amplio abanico de opciones, se elige entre las mejores, pero las mejores para los niños. El enfoque correcto es ir descartando familias en función de sus deficiencias. En unas el padre que postula para adoptar no tiene solvencia económica, en otras la madre es de salud inestable, en otras ambos son muy mayores y el hijo crecerá antes de que estén en condiciones de seguir asegurando su educación, en otras es una familia de viciosos. Es una cuestión de selección, de hacer que el niño sin familia quede en una que le entregue lo mejor. Ese enfoque es opuesto al de preocuparse por quienes se sientan discriminados porque se les dejó fuera, porque quieren realizarse, porque como varones que quieren ser mujeres se sentirán más mujeres con un hijo. Nada de eso importa en lo más mínimo. La prioridad son los niños, no los adultos, y con ese prisma es que se comprende mi ejemplo del bote. el proceso de adopción debe tener por prioridad el bienestar de los niños, no es un mercado de niños. A buen entendedor, pocas palabras; aquí los homosexuales se identifican con claridad porque se agitan reclamando derechos de adopción sobre los niños. No hay tales derechos para nadie, ni para homosexuales ni para heterosexuales. Que quede claro, pero los que se agitan invocándolos y dando con ello una muestra de egoísmo brutal y deshumanizado, son los homosexuales, no los heterosexuales. Muchos de los matrimonios normales que postulan y son rechazados, simplemente se encogen de hombros y lo asumen con humildad, no hace campañas proselitistas en pro de los "derechos heterosexuales", razón por sí misma suficiente para que nos sintamos orgullosos de tales.