Nada mejor que conocer el propio cuerpo para poder relacionarse en una relación sana y satisfactoria con cada pareja. Yo era torpisimo cuando empecé a tener relaciones sexuales, y solo gracias a que de las mujeres aprendí, cuando fueron sinceras conmigo, que no siempre es el caso, fue cuando realmente empecé a aprender.

En este aspecto, no con cualquiera, pero si con la pareja en la cual habéis depositado vuestra confianza, le enseñéis sin tapujos como os gusta que sea tal o cual técnica. No hay otra, los hombres por lo general somos bastante torpes en ello, pero con vuestra ayuda y confianza, seguro que el más torpe acaba convirtiendose en maestro. Al menos eso fue lo que sucedió a mi.