

Todos somos una mariposa, gusanitos, bichos... cuando tenemos las alas recogidas, pero maravillosos al volar. La religión es la única que nos enseña a desplegar las alas de verdad. ¿Te atreves a ver tu propia historia y la mía y la de todos en la metáfora cinematográfica de la superación personal de un hombre discapacitado? Una historia todavía por hacerse en muchos de nosotros. Pasen, señores, pasen al Circo de las Mariposas, y quédense para siempre convertidos en hombres y mujeres nuevos.
EL CIRCO DE LAS MARIPOSAS, corto dirigido por Eduardo Verástegui, convertido recientemente a la Fe Católica.
Inmaculado Corazón de María, ¡sed mi salvación, Madre Mía!