Tengo demasiados, pero no quiero mostrarlos aún, no en tanto no esté seguro de que quedarán acá y no andarán rondando de página en página. Solo los paso en charlas de confianza con mis contactos. Para cerrar este post, les dejo una frase del faro que me guía en las letras.
Espantoso juego del amor, en el cual es preciso que uno de ambos jugadores pierda el gobierno de sí mismo.
Charles Baudelaire
París - 1821 - 1867