Hace ya algunas semanas que se reestableció el servicio casi normal en los foros de Starmedia (latinforos), el lugar en donde me inicié como forista; el lugar que adopté como mi hogar virtual.
Aquí me la pasé bien, con las normales desavenencias con más de un forista; la defensa de mis necedades contra las necedades ajenas. La fidelidad mutua a las ideas propias, y todo eso que hace de los foros un lugar de enseñanza y aprendizaje.
Sé que nadie es indispensable en ningún lugar, que si acaso lo mejor que se puede lograr es dejar las ideas de uno (las mejores) en la mente y el convencimiento de los demás. No se puede aspirar a mucho más que eso. Ser un super star es una vanidad que, a gente como yo, no le interesa; no soy como esquizofélica.
Allá en aquellos foros, casi desiertos desde hace mucho tiempo, quedan vagando recuerdos de otros tiempos no necesarimente mejores, pero si que evocan viejos sentimientos y con eso basta para mí.
Hace ya mucho tiempo que sé que todo esto que uno escribe queda de a poco sepultado por torrentes de palabras que vienen detrás, y sucede eso incluso mas ahora aquí que allá. "Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar... pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar" escribió Antonio Machado (poeta Español).
Y en cuanto a eso, si ha de pasar uno por algún lugar, creo que estará bien al menos tratar de escoger el lugar por donde uno pasará dejando su pequeña estela. A mi me atrae aquél lugar, es el que ma atrapó por impronta; mi pequeño páramo casi desieto, nublado, solitario, mortecino. Con sus propios fantasmas rondando, espectros de ilusiones o cosas que se hicieron de la nada para quedar como árboles a medio morir, ornamentas de un lugar peculiar.
Así las cosas, sin adioses ni cosas parecidas.