Tu mirada me provoca una onda pasión, pasión que pocas veces puede uno sentir. El cura sentirá que es un aficionado a dios sólamente al saber cuanto en mí provoca el verte.
Oír.
Tu mirada me provoca una onda pasión, pasión que pocas veces puede uno sentir. El cura sentirá que es un aficionado a dios sólamente al saber cuanto en mí provoca el verte.
Oír.
Y me dejaste en eso, me sacaste del proceso, me diste una trompada con tu brazo secular, y me dejaste llorando, con los mocos por el fango mientras te pedía otra oportunidad, soy un hombre que sufre...