Gracias Roadrunner por COMPARTIR este tema con nosotros. Buen tema.
Querrámoslo o no, nos vemos a diario en la necesidad de compartir. Compartimos nuestro espacio, nuestro tiempo, nuestras ideas, nuestros líderes... Compartir es inherente al ser humano. Casi como respirar o comer. Elegimos compartir con nuestra familia, con nuestros amigos... pero no podemos elegir compartir un millón de cosas que nos suceden a diario: no podemos dejar de compartir la carretera con otros vehículos, el autobús con otras personas, la oficina o despacho o el taller o la fábrica con nuestros compañeros de trabajo. Ese compartir "impuesto" puede llegar a ser bastante molesto, y de resultar así, "compartir" se va a convertir en nuestra "piedrita en el zapato".
Compartir se parece mucho a convivir. La diferencia es que elegimos con quién convivimos, pero no elegimos con quién compartimos.
Subyugar.
Mi pena es sencilla y nada misteriosa y, como tu alegría, por cualquier cosa estalla.