Iniciado por
Fausto1880
Cuando falta el amor, sobre todo el amor de una mujer, el cuerpo pide alcohol. No es necesario que sea una pareja sexual. También sirve la madre, una hermana, una hija. A veces incluso una mascota. Si dejas el alcohol a pura fuerza de voluntad, pero sigues sin recibir o dar amor, la recuperación es muy frágil.
Si falta espiritualidad, complacerse en las cosas bellas, sentir a Dios a nuestro alrededor... El cuerpo pide heroína, sicotrópicos, algo que nos haga flotar. Para esas adicciones viene muy bien volver a la Iglesia. También ayuda acercarse a aquellas sitios donde la presencia de Dios se palpa con más facilidad: las cumbres de las montañas, los paisajes hermosos, los arroyos.
Otras veces, lo que sucede es que parte de nosotros desea que nos destruyamos. Que desaparezcamos. Entonces no se usan las drogas para suplir malamente una necesidad, sino sencillamente como camino de autodestrucción.