Hola,
en todo sistema de gobierno hay una clase que gobierna, una de poder, una intelectual y la masa. En la dictadura la masa es controlada por la fuerza y por los caprichos del gobernante de turno. En la democracia el que gobierna es un polìtico.

El grupo de poder existe siempre independientemente del tipo de gobierno implantado. Ellos deciden si el gobierno de turno debe seguir o no, analizando solo si respeta su poder. Normalmente, usan la economìa para seguir existiendo.

La clase pensante (la intelectual) es de estorbo en todo tipo de gobierno y es perseguida, silenciada o comprada. A todo gobierno le viene bien tener algunos pensadores en sus filas para refregàrselo en la cara a la oposiciòn o al pueblo en general. Los gobernantes duermen a su sombra.

En democracia la clase polìtica y la masa, existen para expresar lo que un pais pretende de frente a los demàs Estados. Si bien muchos preferirìan su extinciòn, son imprescindibles para la vida social democràtica; de no ser asì, la selecciòn natural los habrìa ya eliminado; si existen, alguna funciòn tienen.

El polìtico tiene como profesiòn hablar para convencer a la masa (al pueblo). Puede mentir o acomodar la verdad segùn sus objetivos; lo importante es atraer a la masa a su postura polìtica. Independientemente que sus propuestas sean buenas para la colectividad o solo para un grupo, lo importante es convencer la mayor cantidad de gente sin opiniòn propia que, al momento del voto, es la ùnica que cuenta.

La masa no tiene voz sino eco; repite lo que el polìtico de simpatìa le dice. Lo que escucha, y suena bien a sus orejas, lo repite como si fueran ideas propias; es rumiante de ideas predigeridas.

Quien pretenda imponer ideas por la fuerza, o en modo repentino, la masa no serà en grado de asimilarlas con velocidad y seràn rechazadas aunque sean ideas geniales. La masa debe acostumbrarse a que una idea es buena, y suena bien, para que el polìtico pueda seguir manteniendo su trabajo. Cualquier idea nueva tendrà que percorrer el mismo camino para sustituir una precedente.

Hoy se sabe que la democracia es el ùnico gobierno duradero y se tiende a imponerla como sistema en todo el planeta.

Los "mètodos" utilizados para convencer al pueblo (masa) son el terrorismo y los mass-medias. Con el terrorismo se le dice al hombre masa de que se debe preocupar y en que se debe fijar para que una idea sea buena; después se hacen las "desmentidas" necesarias pero el mensaje ya entrò en la precaria mentalidad del pueblo.

Los mass-medias hacen llegar las ideas en modo indirecto pero no por eso menos eficaz. Se hacen entrar una idea a travès de noticieros, telenovelas, pelìculas, propagandas comerciales, etc. La ingenua mentalidad del hombre masa recibe permanentemente un bombardeo de modismos: modo de vivir, modo de pensar, modo de analizar, modo de vestirse, modo de votar.

No son los noticieros o los programas polìticos los que forman las ideas en la gente sino todo el sistema de comunicaciòn masiva en general. No se puede dejar a la masa que intente pensar por su cuenta porque no es una actividad afìn a su naturaleza.

La funciòn social del hombre masa es la de “equilibrio” y de “inercia” en las decisiones polìticas. Esta ùltima asegura que una decisiòn no serà traumàtica para la sociedad o tomada a la ligera: si la primer idea que parece buena se aplica sin dejarla madurar en las engranadas mentes de la masa, esta serà un fracaso. El “equilibrio” social se manifiesta con las elecciones y permite saber cuantos “creen de pensar” de un modo o del otro.

Cuando el polìtico logra arrastrar muchos votos de la masa y su polìtica no contrasta con la del grupo de poder, se va adelante y continua el juego de la democracia.

En realidad el pueblo no participa en la generaciòn de ideas. Puede aplaudir o criticar las propuestas de uno u otro polìtico pero no decide sobre qué hacer, qué es mejor o peor: eso lo hace el polìtico y su partido. Quien logre convencer mayor cantidad de votantes, aun recurriendo a la mentira o engaño, serà elegido y gobernarà. La masa continuarà a vivir en democracia convencida que es ella quien gobierna y la clase pensante criticarà la gestiòn de gobierno sin proponer nada ni cambiar nada.

El mejor gobierno es aquel que deja màs tiempo tranquilo al pueblo (a la masa).

La masa debe ser tenida feliz con comida y alegrìa (pan y circo). Cuando falta uno de estos ingredientes, la masa se irrita y es terrible cuando deviene feroz. Por eso, cuando hay situaciones de crisis o malos gobiernos, los mass-media dan programaciones de màs bajo nivel para llegar a la mayor cantidad de gente posible y lograr darles diversiòn. Distrayendo la masa y bombardeandola con noticias, con muchas noticias, verdaderas o falsas, la estabilidad del gobierno es garantizada.

En esta educaciòn democràtica realizada por los mass-medias està también el convencer a la masa de que "es ella que piensa” que la democracia debe ser salvaguardada a toda costa y que los polìticos estàn para ayudarlos en este admirable objetivo. De este modo, los polìticos se aseguran su trabajo.

Cuando hay periodos oscuros en la democracia de un pueblo, la mediocridad gobierna y se regocija saqueando todo lo que su periodo de mandato le permite. Los polìticos corren a las elecciones y se disputan el gobierno como un botìn. Se aseguran que su granja y sus animales tengan todo lo que necesitan. Los demàs no cuentan.

Después de cada tormenta llega la calma y viene el periodo de los iluminados que reconstruyen las ruinas que dejaron.

Al menos asi lo veo yo.
Soco.