Hola:
Debo decir que estoy de acuerdo en lo expuesto. El ùnico inconveniente nace por diferentes definiciones de los tèrminos.3.-en este punto estamos los ateos y los agnosticos.. aunque no te parezca estas aqui con nosotros.. ¿y sabes porque? porque en este punto estamos los que nos apasiona la busqueda del origen de todo, pero la primer Y CONSTANTE respuesta "DIOS" nos parece insuficiente, en mi caso yo busco el origen no por una duda "espiritual" si no antropologica , me gusta el tema ok?... a lo mejor si encontrara mas interesante indagar en la historia de los motores de la formula 1 no seria ateo, o lo mismo si prefiriera indagar en el mundo del deporte, pero esta busqueda me parece mas fructuosa, al menos cuando me muera siento que en mi ultimos momentos me va a servir mas esto que saber de motores..., aunque ahora que lo pienso quien sabe
Citando mi amigo diccionario REA (y Wiki), leo lo siguiente:
Desde mi posiciòn, el ateo niega algo porque no tiene dudas de que no existe y no se apasiona por buscar el origen de todo. Al no dudar no pertenece a la ciencia y, por lo tanto, es una convicciòn individual: él considera que no puede existir; al ateo no le gusta que le digan que él cree algo y discute sin claridad.Ateo: Que niega la existencia de Dios.
Tu posiciòn no es de un ateo al decir que tienes una duda antropològica; significa que no te satisface negar sin razòn. Si dudas es ciencia, si no dudas es creencia. El ateo cree que no existe un Dios y usa argumentos cientificos confundidos para explicar el porqué de su negaciòn, pero en realidad, si quisiera usar la ciencia deberìa dudar. El cientìfico se abre a nuevas ideas, el creyente se encierra en doctrinas ya empaquetadas.
Por eso, el debate se estanca en una discusiòn de caràcter màs semàntico que filosòfico. El ateo cree; el agnòstico duda y reconoce que la discuciòn va màs allà de una simple negaciòn, y reconoce que el debate tiene caracterìsticas sociales, individuales, éticas, antropològicas, mentales, etc; es mucho màs que refutar patrañas escritas 2000 años atràs.
Nosotros, los humanos, tenemos diferentes modos de aceptar la realidad y de analizarla para obtener nuestros conocimientos. No sòlo son diferentes entre un humano y otro, sino que uno mismo cambia el enfoque de la percepciòn de la realidad con el tiempo. Basta recordar los miles de casos de conversiòn en personas que negaron siempre a un dios, y un dia deciden aceptarlo y devienen creyentes. ¿Què sucede en estos casos?
Sabemos el viejo dicho que “de jòvenes somos incendiarios y de viejo nos hacemos bomberos”. Solamente los locos no cambian de idea.
Soco.