El àtomo es una teorìa que data de 2000 años y se fué perfeccionando a medida que servìa a la ciencia. Hoy sigue siendo
“teorìa” y se continuarà a perfeccionar a medida que la ciencia avance. Esto en el mundo micro; en el macro el Big Bang es también teorìa y se perfeccionarà aùn màs, porque hasta hoy es sòlo una teorìa matemàtica.
La teorìa del àtomo se va
modificando y se va considerando vàlida a medida que explica fenòmenos nuevos sin excluir los viejos.
Lo mismo la luz, que, como se comporta como partìcula y como electromagnetismo, se decidiò que son “las dos cosas”, inventando la palabra "fotòn", para poder continuar los estudios de otros fenòmenos y asì ir adelante. A quièn importa si una teorìa es verdad o no; mientras permita ir adelante, ya llegarà el momento en que la ciencia, màs desarrolada, demostrarà su existencia. Es como el auto en bajada con el motor descompuesto, mientras el auto no se detiene, ¿a quièn le importa saber que tiene el motor? En el debate acerca de la existencia y naturaleza de Dios, es como que hayamos detenido el auto para ver si està o no està el motor y no se va adelante.
Que el àtomo sea materia es una
suposiciòn. Aunque una alternativa electromagnética serìa muy placentera para los amantes del teletransporte, hoy se considera materia aunque si nadie lo haya visto. Veremos dentro de un siglo como se verà; no faltarà otro genio como Einstein que harà desvirtuar muchas de las ahora llamadas “certezas” y nos diga que la materia es una expresiòn particular de la energìa.

En este aspecto, y muchos otros, estamos en la misma situaciòn de los que creìan que "la tierra es plana", hasta que se demostrò el contrario.