Pues que suerte tienen los que no han pasado penas, yo si y muchas jajajaja, la ultima fue en el trabajo, en la oficina de mi jefa, estaba en total silencio y nos encontrabamos un compañero y yo ( ademas de ella claro) y como no había desayunado, que se empiezan a escuchar los reclamos de mi estomago pidiendo de comer, yo lo tomé normal disimulando un poco hasta que mi compañero prguntó que eran esos ruidos a lo que tranquilamente conteste, ah es que tengo hambre, hasta ahí todo iba bien, pero abrió los ojos de par en par y dijo en voz super alta: que bárbara hasta parece que traes microfono, eso si me dió pena