Encenderé la claridad de tu penumbra
Para buscar en ella un asomo de tu luz
Esa sonrisa que a la oscuridad alumbra
que te empeñas en ocultar a contraluz.
Encenderé la claridad de tu penumbra
Para buscar en ella un asomo de tu luz
Esa sonrisa que a la oscuridad alumbra
que te empeñas en ocultar a contraluz.
En tu jardín secreto hay mercenarias
dulzuras, ávidas proclamaciones,
crueldades con sutiles corazones,
hay ladrones, sirenas legendarias.
Hay bondades en tu aire, solitarias
multiplican arcanas perfecciones.
Se ahondan en angostos callejones,
tus árboles con ramas arbitrarias.
Alguna vez oí el chirrido frío
de un portón que al cerrarse me dejaba
prisionera, perdida, siempre esclava
de tu felicidad que junto a un río
bajaba entre las frondas a un abismo
de intermitente luz, con tu exorcismo.
Encenderé la claridad de tu penumbra
Para buscar en ella un asomo de tu luz
Esa sonrisa que a la oscuridad alumbra
que te empeñas en ocultar a contraluz.
¿Por qué no piensas corazón?
¿Por qué te entregas así?
¿Es tanta tu necesidad de amar?
¿Es tan grande tu hambre de sentir amor?
¿No sabes que puedes morir de amor?
¿No lo sabes!!!?
¿Acaso no te has dado cuenta que vives dentro de mi?
¿Acaso no te das cuanta que mi alma llora de dolor?
Corazón!!! Escúchame!!!
Ya me dueles mucho
Caminábamos lejos de la noche,
citando versos al azar,
no muy lejos del mar.
Cruzábamos de vez en cuando un coche.
Había un eucalipto, un pino oscuro
y las huellas de un carro
donde el cemento se volvía barro.
Cruzábamos de vez en cuando un muro.
Íbamos a ninguna parte, es cierto,
y estábamos perdidos: no importaba.
La calle nos llevaba
junto a un caballo negro casi muerto.
Era de noche -esto será mentira.
Tal vez, pero en mis versos es verdad-.
Una arcana deidad
casi siempre nocturna que nos mira
vio que nos deteníamos y el día
suspendió sus fanáticos honores,
clausuró sus colores
pues también el caballo nos veía.
No digas que no es cierto: nos miraba.
Con la atónita piedra de sus ojos,
bajo los astros rojos,
nos vio como los dioses que esperaba.
Encenderé la claridad de tu penumbra
Para buscar en ella un asomo de tu luz
Esa sonrisa que a la oscuridad alumbra
que te empeñas en ocultar a contraluz.
Este ya lo has leído en un hilo que colgué en literatura:
Yo no te amo….
Pero amo el amor que me haces sentir,
la manera en que me haces vibrar
en eso no puedo mentir
y en tus brazos quisiera estar
Yo no te amo…
Pero amo la mujer que soy
cuando la gente me mira al pasar
y siento que voy a flotar
cuando a tu lado voy
Yo no te amo…
Pero si a la caricia grata
al beso, aunque furtivo
aunque parezca castigo
sentir tus labios me mata
Yo no te amo…
Amo a mi corazón
amo la manera en que me amas
amo las noches lejanas
en que me diste pasión
Yo no te amo…
Porque de mi te alejaste
y me dejaste con frío
yo no aguanto este hastío
y mi sonrisa borraste
Y sentía tu alma pulcra y triste
como sientes la luna que se desliza calladamente
detrás de los visillos corridos.
Y sentía tu alma pobre y encogida,
como un mendigo, con la mano tendida delante de la puerta,
sin atreverse a llamar y entrar,
y sentía tu alma frágil y humilde
como una lágrima vacilando en el borde de los párpados,
y sentía tu alma ceñida y húmeda por el dolor
como un pañuelo en la mano en el cual gotean lágrimas,
y hoy, cuando mi alma quiere perderse en la noche,
solamente tu recuerdo lo detiene
con invisibles dedos de fantasma
Encenderé la claridad de tu penumbra
Para buscar en ella un asomo de tu luz
Esa sonrisa que a la oscuridad alumbra
que te empeñas en ocultar a contraluz.
te quiero endulzar la vida aunque sea unos minutos..