Bien, aunque no pretendo porque no lo pretende dar respuetas acertadas a esto ni a ninguna otra cosa -como ya puede verse en otros asuntos me equivoco a menudo- voy a tratar de dar respuetas a las inquietudes de Zazil y Fuhrer. Aquella será más sencilla, esta me acarreará alguna otra circunstancia, pero como bien sabe el tigre, hay que aprender a lamerse las propias heridas. Y, señorita, me faltan dos materias para recibirme de jesuita. Y cuando las apruebe, no me dejarán entrar, esos heréticos...
Chau