
Iniciado por
Roberto0
No kimo, lo que sigo es poniéndote en tu sitio que no es lo mismo.
Jesús nos mando a respetar a los demás
y atraerlos a el con bondad
“Que su habla siempre sea con gracia,
sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.” (Col. 4:6.)
Sazonar nuestra habla con sal significa
escoger las palabras más apropiadas
y hablar de manera que nuestros comentarios
sean más apetecibles a quien nos escucha.
En el ministerio, esto es esencial.
Cuando predicamos, debemos tener bien presente cuál es nuestro objetivo:
“declarar buenas nuevas de cosas buenas” (Rom. 10:15).
Queremos ofrecerle a la gente un pensamiento instructivo y llamativo,
no darle la impresión de que estamos atacando sus creencias.
Si la persona expresa un punto de vista erróneo,
no hace falta contradecirla. ¿Hay algo en sus palabras con lo que podamos estar de acuerdo
o por lo que podamos darle sincero encomio? Tal vez nos sea posible introducir una cita bíblica
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)