Kimo sigues sin escuchar.
La carrera te la tienes que pegar tú, pero hacia el Evangelio. Si no te das esa carrera y sigues en tu cómoda y falsa religión, de nada te vale decir.
De nada te vale escribir.
De nada te vale dártelas de lo que no eres.

El Evangelio es la única enseñanza verdadera.