Prueba de lo que digo es las diferencias que hay entre judíos, unos parecen celtas, otros romanos, otros son negros y así. Es decir, son un crisol de razas. Pero la mayor prueba es su multiculturalidad.

El que ha leído la torah y conoce el Tanaj, sabe que ellos, en su gran mayoría, no son, aunque dicen que son, no son.

¿Estoy diciendo que ellos no descienden de Abraham según la carne? No, estoy hablando de la ley y de las escrituras. Porque Ishmael descendía de Abraham, pero no según la ley (torah). Estos, pues, son hijos ilegítimos, una prole que no es legal.

En la carne, es posible que hasta yo descienda de Abraham. Pero legítimo con respecto a la torah, no sería.

Mi padre es trigueño (no por el sol), yo blanco (color de piel). Soy producto de cruces raciales y de culturas ajenas a la ley (torah). Entonces, no soy iudaiou en la carne, mentiría si lo digo aunque uno de mis abuelos genéticamente descendiera de Abraham, de Isaac, de Iakob, de Dauid y de Shalomo.

¿Por qué les creen a estos su cuento de pueblo elegido? De tales no podía nunca provenir el Mashíaj, porque son ilegítimos, descendencia que la torah hace espuria, son como el hijo de la hechicera, espurios como el hijo de una bruja. De ellos no puede provenir el Mashíaj, porque nacieron ilegalmente, de relaciones prohibidas son.

Como si fuera poco, y esto tiene poca importancia, más probable es que los negros desciendan de la realeza israelí que los judíos blancos. Pero ni de unos, ni de otros, vendrá el Mashíaj, porque el Mashíaj que esperan los judíos es falso, un falso Mashíaj. Como un hijo de hechicera.