Jesucristo NO quería que le crucificaran (que le sacrificaran)..., pues sudó gotas de sangre cuando sintió que le iban a crucificar...


Pero Él dejó que le crucificaran para que sus hijos comprendieran que la verdadera Ley de Dios manda misericordia y perdón para todos, y aquellos que imponen penas de muerte (sacrificios humanos), antes o después, condenan a los hijos de Dios (a las personas inocentes), igual que crucificaron a Jesucristo. Por eso Jesucristo así les dijo a los judíos:


"Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes". (Mateo 12,7).


[SIZE] Ahora veamos testimonios de las escrituras donde se nos dice que Dios no había mandado sacrificios ni quería sacrificios:[/COLOR][/COLOR]

"Así ha dicho Yavé de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed la carne. Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de sacrificios el día que los saqué de la tierra de Egipto". (Jeremías 7,21-22).

"¿Qué me importa la multitud de vuestros sacrificios? -dice el Señor-. Estoy harto de holocaustos de carneros y de grasa de becerros; la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos me hastía. Cuando venís a presentaros ante mí, ¿quién pide eso de vosotros?"(Isaías 1,11-12).

"Ni sacrificio ni oblación querías, pero el oído me has abierto; no pedías holocaustos ni víctimas". (Salmos 40,7).

Oseas nos dice: "Porque yo quiero amor, no sacrificios; conocimiento de Dios, que no holocaustos" (Oseas 6,6).

[/SIZE]
[/B]


[/FONT]