Ya fue contestado anteriormente.
Tan solo pensar en el tormento eterno le da asco a Dios (Jeremías 32:35).
Esta idea del infierno va en contra de lo que dice la Biblia: “Dios es amor” (1 Juan 4:8).
Él quiere que lo adoremos por amor, y no por miedo a ser torturados eternamente (Mateo 22:36-38).
Dios estableció que el castigo por pecar es la muerte, no un infierno de fuego
Los muertos no son conscientes de nada, y no pueden sentir dolor.
“No habrá obra y pensamiento, y conocimiento y sabiduría en el infierno a donde tú vas”
(Eclesiastés 9:10, Jünemann).
El infierno no está lleno de gritos de dolor. Por el contrario, la Biblia dice:
“Que los malvados pasen vergüenza,
que queden callados en la tumba [“el infierno”, La Biblia del Oso]”
(Salmo 31:17, Nueva Traducción Viviente [31:18, La Biblia del Oso]; 115:17).
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)