National Geographic cuenta sobre los Reyes Magos que la única alusión que hay sobre ellos está en el Evangelio de San Mateo. En este, se menciona a unos "magos", pero no aparecen nombres, aunque sí se cuenta que ellos llegaron del Oriente, guiados por una estrella, al lugar donde estaba el recién nacido rey de los judíos.

Otro dato compartido por dicho medio es que los magos aparecen también en los Evangelios Apócrifos, donde los "magos" se interpretan como sinónimos de astrólogos, sabios que podían leer las estrellas y predecir acontecimientos. De ahí su título.

Fue en el siglo III d. C. cuando se estableció que pudieran ser reyes, ya que hasta entonces, por sus regalos y las iconografías que los representaban, tan solo se consideraba que eran personas pudientes. Fue también en ese siglo cuando se estableció su número en tres, uno por regalo, ya que hasta entonces había dibujos con dos, tres o cuatro magos, e incluso la Iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia aseguraban que eran doce, como los apóstoles y las doce tribus de Israel.

Los nombres actuales de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen por primera vez en el conocido mosaico de San Apolinar el Nuevo (Rávena) que data del siglo vi d. C., en el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres escritos encima y representando distintas edades. Aún tendrían que pasar varios siglos, hasta el siglo XV d. C., para que el rey Baltasar aparezca con la tez negra y los tres reyes, además de representar las edades, representen las tres razas de la Edad Media. Melchor encarnará a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.

Otro montaje más.