También enseñamos que Dios quiere misericordia y que Él no quiere sacrificios. Los judíos tenían la costumbre de imponer muchos sacrificios a las personas aquellos eran sacrificios humanos y Dios no quiere sacrificios que Dios no había mandado, por eso así les dijo Jesucristo:
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7)