Iniciado por Elisabet* 
Sigo insistiendo en esto
Iniciado por Elisabet* 
ha faltado algo muy importante que no se debe ignorar:
NO se deben olvidar los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida.

Iniciado por
Jandulilay
"Al que venza... lo haré columna en el templo de mi Dios, y ya no saldrá de este nunca, y sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo desde mi Dios, y ese nuevo nombre mío" Apocalipsis 3:12

Iniciado por
Jandulilay
Sí es por la cantinela de "NO se deben olvidar los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida".
¿Por qué tenéis tanto rechazo a los mandamientos que Jesucristo enseñó en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida?... es muy triste que no améis los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y que Él mandó guardar para entrar en la vida.
Por otra parte, para que veáis que el nombre de Dios es el nombre de Jesús el Cristo, Jesucristo, podéis leer esto:
Mateo 1:16
y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.
Apocalipsis 22:1
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
22:2 En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.
22:3 Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán,
22:4 y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
Apocalipsis 22:20
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.
22:21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
Y también para que veáis que Dios quería misericordia y no quería sacrificios ni mandó sacrificios, podéis leer esto:
Iniciado por misericordia
También enseñamos que Dios quiere misericordia y que Él no quiere sacrificios. Los judíos tenían la costumbre de imponer muchos sacrificios a las personas aquellos eran sacrificios humanos y Dios no quiere sacrificios que Dios no había mandado, por eso así les dijo Jesucristo:
"Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero, y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7).