Los TJ no entienden que Dios no quería sacrificios ni nunca los había mandado. Utilizan mucho las cartas atribuidas a Pablo pero no tienen en cuenta que hay que tener cuidado con las cartas porque fueron torcidas por los indoctos y además los TJ las interpretan mal en muchas partes, por ejemplo en Hebreos, pues los TJ dicen así:
En estas anteriores respuestas de los TJ que he citado podemos ver que ellos interpretan mal las palabras de Hebreos pues lo que dice en realidad el texto es lo siguiente:
Hebreos 10:8
Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley),
10:9 y diciendo luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad;quita lo primero, para establecer esto último.
Entonces lo último que estableció Jesucristo es la voluntad de Dios:
He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto último.
Entonces, que os quede claro que lo primero, que es lo que Jesucristo quitó, eran los sacrificios que Dios no quería y que se ofrecían según la ley que tenían los judíos que les mandaba hacer sacrificios que a Dios no le agradaban porque Él no los había mandado.
Por eso dice la Escritura "quita lo primero", que eran los sacrificios que se ofrecían según la ley y que a Dios no le agradaban, y luego dice "para establecer esto último", que era la voluntad de Dios y que era lo que Jesucristo había venido a hacer, la voluntad de Dios, que fue que nos enseñó la verdadera ley de Dios y nos enseñó que Dios no quería sacrificios.
Entonces, aquella ley judía del Viejo Testamento que mandaba hacer sacrificios, es lo que Jesucristo quitó para poner en su lugar la verdadera ley de Dios, que son las enseñanzas y los mandamientos que Jesucristo nos enseña en el Evangelio, en los que vemos que Dios no había mandado sacrificios sino que estos fueron quitados por Jesucristo porque no eran verdadera ley de Dios. Por eso dijo:
Mateo 12:7
Si hubierais comprendido qué quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes.