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misericordia
Dios no quería sacrificios, María y José como ellos entendieran ofrecieron lo que ellos podrían ofrecer, pero el Evangelio no dice que ofrecieran sacrificios. Si no que presentaron la ofrenda que mandaba Moisés, entonces deja ya de hablar de sacrificios cuando esa palaba no viene en el Evangelio.
La Biblia informa que, en conformidad con el requisito de la Ley de Moisés,
40 días después del nacimiento de Jesús,
María ofreció en el templo de Jerusalén una ofrenda por el pecado
para purificación de la inmundicia.
Ella, también, había heredado de Adán el pecado y la imperfección. (Luc. 2:22-24;
Lev. 12:1-8.
Jehová pasó a decirle a Moisés:
2?“Diles a los israelitas: ‘Si una mujer queda embarazada y da a luz un niño,
será impura durante siete días, igual que es impura los días en los que está menstruando.
3?Al octavo día se circuncidará el prepucio del niño.
4?Ella continuará purificándose de su sangre durante los 33 días siguientes.
No debe tocar ninguna cosa santa ni entrar en el lugar santo hasta que termine sus días de purificación.
5?”’Si da a luz una niña, entonces será impura durante 14 días,
igual que lo sería durante su menstruación.
Ella continuará purificándose de su sangre durante los 66 días siguientes.
6?Cuando se completen los días de su purificación debido a su hijo o su hija,
ella le llevará al sacerdote, a la entrada de la tienda de reunión,
un carnero joven en su primer año como ofrenda quemada
y un pichón de paloma o una tórtola como ofrenda por el pecado.
7?Él presentará todo delante de Jehová y hará expiación por ella,
y ella quedará purificada de su sangrado.
Esta es la ley para la mujer que dé a luz un niño o una niña.
8?Pero, si ella no tiene lo suficiente para ofrecer una oveja,
entonces debe llevar dos tórtolas o dos pichones de paloma,
uno como ofrenda quemada y otro como ofrenda por el pecado,
y el sacerdote hará expiación por ella, y ella quedará pura’”.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)