La última parte de los evangelios resulta indefinida. Difieren los evangelistas al relatar el número de mujeres que fueron al sepulcro de Jesús, y en otros datos.
Todo parece estar envuelto en una densa bruma que deforma la realidad, difuminando los contornos.
¿Debido a esa densa bruma sería que María Magdalena confundió a Jesús con un hortelano?
Ni puta idea tenía la pobre de que Jesús hubiera mencionado que resucitaría. ¡Y era la más allegada a Jesús!
La Verdad nos hará libres.
“Y sucedió que cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.»
16 Y fueron a toda prisa, y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
17 Al verlo, dieron a conocer lo que les habían dicho acerca de aquel niño;
18 y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían”.
(Lucas 2:15-18 - Biblia de Jerusalén)
Y si esto es verdad ¿Cómo es que no llegó a oídos de Herodes o de algún espía suyo?
Belén está cerca de Jerusalén ¿No?
La Verdad nos hará libres.
¿Quién ha dicho que Jesús defendía a las mujeres?
Aquí tenemos un claro ejemplo de Secta
“Y sucedió a continuación que iba por ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce,
2 y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios,
3 Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes”.
La Verdad nos hará libres.