Y eso que esas semillas son mucho más grandes que tu fe.
Recuerda "En verdad os digo que cualquiera que diga a este monte: «Quítate y arrójate al mar», y no dude en su corazón, sino crea que lo que dice va a suceder, le será concedido."
Pero eso no se lo dices a la montaña, porque sabes que no saltará.