Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
Escritor que según los cristianos habla de Jesús:

¿Qué dice Tácito?

Cornelio Tácito (Cornelius Tacitus) (c. 55 – 120) fue un historiador, senador, cónsul y gobernador del Imperio romano.

Hacia el año 116, el historiador romano Tácito escribió sus "Anales". En el libro XV de los Anales Tácito narra el pavoroso incendio de Roma del año 64. Se sospechaba que el incendio había sido ordenado por el emperador Nerón.


Ergo abolendo rumori Nero subdidit reos et quaesitissimis poenis adfecit, quos per flagitia invisos vulgus Chrestianos appellabat. Auctor nominis eius Christus Tibero imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicio adfectus erat; repressaque in praesens exitiabilis superstitio rursum erumpebat, non modo per Iudaeam, oríginem eius mali, sed per urbem etiam, quo cuncta mundique atrocia aut pudenda confluunt celebranturque.(*)

Anales, 15:44:2-3

Aunque la autenticidad del texto de Tácito no ha sido cuestionada, numerosos autores han indicado que se desconocen sus fuentes. Se ha barajado la posibilidad de que se basara en Plinio o en las confesiones de los propios cristianos frente a la persecución policial. El fragmento aparece en el contexto de una larga diatriba contra los males del gobierno de Nerón, y se ha indicado que el interés de Tácito no estaba en el fenómeno cristiano en sí mismo, sino en la crítica al emperador.

Cuando escribió la obra donde nombra a Jesús (Anales) hasta la copia más antigua que se conoce de Tácito hay más de mil años de diferencia.

A pesar de su amplia y numerosa bibliografia solo existe esa cita sobre Jesús, obviandolo en el resto de su obra.

Tácito llama a Pilatos “Procurador” cuando en realidad era un Prefecto.

(*) Por lo tanto, aboliendo los rumores, Nerón subyugó a los reos y los sometió a penas e investigaciones; por sus ofensas, el pueblo, que los odiaba, los llamaba “cristianos”, nombre que toman de un tal Cristo, que en época de Tiberio fue ajusticiado por Poncio Pilato; reprimida por el momento, la fatal superstición irrumpió de nuevo, no sólo en Judea, de donde proviene el mal, sino también en la metrópoli [Roma], donde todas las atrocidades y vergüenzas del mundo confluyen y se celebran.
Así, desmontando mentiras cristianas.