Eso es un magnífico ejemplo del tipo de falacia que te han metido en la cabeza.
Yo estoy negando una creencia tuya, y negar una creencia no es una creencia.
La creencia es la tuya, y yo te digo que tu creencia está equivocada.
Y quién debe demostrar que es correcta eres tú, y no yo de tú que estás equivocado.
Eres tú quién debe demostrar que tu Dios es el verdadero, y no yo quien debe demostrar que es falso.
Eres tú quién debe demostrar que el universo fue creado por un Dios creador.
Y lo debes demostrar, en la medida que desees convencer a otros, que supongo es el objetivo de tu presencia en los foros.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
Exacto, y después que so pasa,
debes apoyar tu creencia.
En tu caso tu creencia es que nadie sabe,
Aunque eso requiere que operas la mente de todos,
es tu creencia.
Pero como tú no sabes, lo que saben todos los demás seres humanos,
que viven hoy o han vivido,
es tu creencia que ninguno sabe.
Es una creencia porque que pruebas tienes de eso
no puedes tener pruebas ninguna.
Pero de algún modo has llegado a pensar
que lo que crees, no son creencias.
Ahora lo mismo aplica a ti eres tú
quien debe demostrar lo valido de lo que crees
si no es bobería
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
No trates de emborrachar la perdíz, porque no te resulta, estimado Kimo.
Si deseas convencer a alguien de que lo que predicas corresponde a la verdad,
debes demostarlo, como ya te lo dije, con pruebas y no con cuentos,
tal como la teoría de la evolución está demostrada más allá de toda duda.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
Esa es tu creencia donguita,
si deseas convencer a alguien
debes demostrarlo con pruebas,
no con más creencias.
Creencias
tal como la teoría de la evolución
está demostrada más allá de toda duda.
Son solo tus creencias,
como las mías son las mías.
pero de algún modo piensas que solo yo debo de probar lo que creo
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Como quieras.
Parece que la naturaleza no te bendijo con la capacidad de razonar,
o, al menos, no de hacerlo de manera honesta.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.