Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
La culebra parlanchina fue mas inteligente que Dios, le frego sus creaciones que hasta tuvo que mandar a su hijo para tratar de reparar el daño, murió para nada, pues las cosas siguen igual, el loser se fue a los cielos con la cola entre las piernas, pero juro regresar para una revancha, mientras tanto la culebra sigue riéndose de el.