[QUOTE=KIMO;1695271421]
Buenas KIMO,
POR FAVOR LEE ALGO DE LO QUE SE TE PONE. SOLO ALGO.
¿Como que nunca dijo que no eran confiables?
Te voy a poner solo donde lo dice que veo que te da mucha pereza leer las enseñanzas de Dios al completo:
"Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo."
"Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero"
"aquello que había de ser abolido."
Tienes los libros y versículos en mi respuesta anterior.
¿Como que nunca lo dijo?
La pregunta es cuando no lo dijo. A parte de esos versículos en el Evangelio está todo el rato aboliendo muchas leyes crueles del viejo testamento que nunca fueron de Dios y por eso Jesús nos dice que ese primer pacto era defectuoso.
Oye kimo....
Después de leer el testamento que has puesto te diré...
La única ley que Jesucristo no vino a abolir, es la verdadera ley de Dios que te dice.
"Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, hacerla vosotros con ellos, porque esta es la ley y los profetas".
Nada que ver con lo tuyo.
[QUOTE=Ju@njo;1695271506]
Gracias,
LA LEY que Dios les dio a los israelitas fue perfecta.
Con respecto a esa Ley las Escrituras nos dicen:
“La Ley es santa, y el mandamiento es santo y justo y bueno.” (Rom. 7:12)
Sin embargo, se pudiera preguntar:
Pues ¿por qué también dice la Biblia que el pacto de la Ley tenía una debilidad, un defecto?
Leemos: “Si aquel primer pacto hubiese sido sin defecto, no se habría buscado lugar para uno segundo.” (Heb. 8:7)
“Ocurre un poner a un lado del mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia.
Porque la Ley no llevó nada a la perfección.”—Heb. 7:18, 19.
En el caso de la Ley,
no podía hacer aquello para lo cual no estaba destinada.
No obstante, era santa, justa y buena, sí, sin defecto,
en cuanto al propósito de Dios respecto a ella.
¿Para qué propósito sirvió?
En respuesta a esta pregunta, el apóstol Pablo escribió:
“Fue añadida para poner de manifiesto las transgresiones,
hasta que llegara la descendencia . . .
la Ley ha venido a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo.” (Gál. 3:19, 24)
“La Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir,
pero no la sustancia misma de las cosas.”—Heb. 10:1.
La Ley cumplió perfectamente su propósito de hacer manifiestas las transgresiones.
Estableció límites, señalando claramente lo que Jehová Dios requería en cuanto a la conducta de su pueblo.
Los israelitas por ser imperfectos, no pudieron guardar esa Ley de manera perfecta.
Por ende, hizo manifiestas sus transgresiones.
La Ley mostraba innegablemente que los israelitas necesitaban ser perdonados por sus transgresiones,
también que se necesitaba un sacrificio que realmente pudiera expiar los pecados de ellos.
Como tutor, la Ley sirvió para preparar a los israelitas para recibir al Mesías o Cristo.
En tiempos antiguos, el tutor o pedagogo no era el maestro, como lo es un maestro de escuela.
Su responsabilidad era evitarle al niño daño físico y moral.
Podía disciplinar al niño e instruirlo en asuntos de conducta.
Pero no suministraba toda la instrucción necesaria.
El tutor acompañaba al niño a la escuela, entregándolo allí al instructor.
Pues bien, la Ley sí funcionó como un tutor antiguo.
Sus reglamentos estaban destinados a proteger a los israelitas de dañar su relación con Jehová Dios
y perjudicarse a consecuencia de eso. Se les dijo:
“En todo el camino que Jehová su Dios les ha mandado,
ustedes deben andar, a fin de que vivan y les vaya bien y realmente alarguen
sus días en la tierra de la cual tomarán posesión.”—Deu. 5:33.
La Ley también disponía acción disciplinaria estricta.
Los malhechores no quedaban sin castigo.
Con respecto a violaciones serias de la Ley, como adulterio, asesinato y secuestro, leemos:
“Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés muere sin compasión,
por el testimonio de dos o tres.” (Heb. 10:28)
La ejecución veloz de los transgresores deliberados servía para llenar a los observadores de un temor saludable
y obraba como una fuerza restrictiva sobre la acción desaforada.
Cuando llegó el Mesías,
un resto judío arrepentido con gusto lo recibió como su instructor.
En el caso de éstos, la Ley cumplió su propósito como un tutor sin defecto.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Kimo, la única ley perfecta es la que guarda la misericordia del Evangelio. Del antiguo testamento hay que observarlo todo a la luz del Evangelio, para ver si es verdad que guarda esa misericordia.
Gracias,
LA LEY que Dios les dio a los israelitas fue perfecta.
Con respecto a esa Ley las Escrituras nos dicen:
“La Ley es santa, y el mandamiento es santo y justo y bueno.” (Rom. 7:12)
Sin embargo, se pudiera preguntar:
Pues ¿por qué también dice la Biblia que el pacto de la Ley tenía una debilidad, un defecto?
Leemos: “Si aquel primer pacto hubiese sido sin defecto, no se habría buscado lugar para uno segundo.” (Heb. 8:7)
“Ocurre un poner a un lado del mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia.
Porque la Ley no llevó nada a la perfección.”—Heb. 7:18, 19.
En el caso de la Ley,
no podía hacer aquello para lo cual no estaba destinada.
No obstante, era santa, justa y buena, sí, sin defecto,
en cuanto al propósito de Dios respecto a ella.
¿Para qué propósito sirvió?
En respuesta a esta pregunta, el apóstol Pablo escribió:
“Fue añadida para poner de manifiesto las transgresiones,
hasta que llegara la descendencia . . .
la Ley ha venido a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo.” (Gál. 3:19, 24)
“La Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir,
pero no la sustancia misma de las cosas.”—Heb. 10:1.
La Ley cumplió perfectamente su propósito de hacer manifiestas las transgresiones.
Estableció límites, señalando claramente lo que Jehová Dios requería en cuanto a la conducta de su pueblo.
Los israelitas por ser imperfectos, no pudieron guardar esa Ley de manera perfecta.
Por ende, hizo manifiestas sus transgresiones.
La Ley mostraba innegablemente que los israelitas necesitaban ser perdonados por sus transgresiones,
también que se necesitaba un sacrificio que realmente pudiera expiar los pecados de ellos.
Como tutor, la Ley sirvió para preparar a los israelitas para recibir al Mesías o Cristo.
En tiempos antiguos, el tutor o pedagogo no era el maestro, como lo es un maestro de escuela.
Su responsabilidad era evitarle al niño daño físico y moral.
Podía disciplinar al niño e instruirlo en asuntos de conducta.
Pero no suministraba toda la instrucción necesaria.
El tutor acompañaba al niño a la escuela, entregándolo allí al instructor.
Pues bien, la Ley sí funcionó como un tutor antiguo.
Sus reglamentos estaban destinados a proteger a los israelitas de dañar su relación con Jehová Dios
y perjudicarse a consecuencia de eso. Se les dijo:
“En todo el camino que Jehová su Dios les ha mandado,
ustedes deben andar, a fin de que vivan y les vaya bien y realmente alarguen
sus días en la tierra de la cual tomarán posesión.”—Deu. 5:33.
La Ley también disponía acción disciplinaria estricta.
Los malhechores no quedaban sin castigo.
Con respecto a violaciones serias de la Ley, como adulterio, asesinato y secuestro, leemos:
“Cualquiera que ha desatendido la ley de Moisés muere sin compasión,
por el testimonio de dos o tres.” (Heb. 10:28)
La ejecución veloz de los transgresores deliberados servía para llenar a los observadores de un temor saludable
y obraba como una fuerza restrictiva sobre la acción desaforada.
Cuando llegó el Mesías,
un resto judío arrepentido con gusto lo recibió como su instructor.
En el caso de éstos, la Ley cumplió su propósito como un tutor sin defecto.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
kimo
LA LEY que Dios les dio a los israelitas fue perfecta.
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La ley que Dios dio a los judíos era perfecta, pero los escribas judíos las cambiaron en mentira, y el tiempo en que nació Jesucristo escriba los escribas habían cambiado la ley, y la habían aumentado con muchos preceptos de hombres..... Y así estaba la ley judía en tiempos de Jesucristo.
Jesucristo vino a enseñarnos la verdadera ley de Dios y los verdaderos mandamientos de Dios, qué son los mandamientos que enseña en el Evangelio.
TE PREDICO EL EVANGELIO
Y TE LO EXPLICO
COMO MAESTRO QUE SOY
¿Para qué propósito sirvió la ley?
En respuesta a esta pregunta, DIOS INSPIRO A NUESTRO QUERIDO
el apóstol Pablo Y EL escribió:
“Fue añadida para poner de manifiesto las transgresiones,
hasta que llegara la descendencia . . .
la Ley ha venido a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo.” (Gál. 3:19, 24)
“La Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir,
pero no la sustancia misma de las cosas.”—Heb. 10:1.
La Ley cumplió perfectamente su propósito de hacer manifiestas las transgresiones.
Estableció límites, señalando claramente lo que Jehová Dios requería en cuanto a la conducta de su pueblo.
Los israelitas por ser imperfectos, no pudieron guardar esa Ley de manera perfecta.
Por ende, hizo manifiestas sus transgresiones.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...