Cita Iniciado por Loma_P Ver Mensaje
En la boda de Caná casi todo lo que ocurre es muy extraño. Extraña que unos novios no calculen el vino necesario para su boda. Extraña más aún que el maestresala, encargado del banquete, no se diera cuenta de esta falta y tuviera que ser precisamente una invitada, María, la que constatara la triste situación. Extraña que Jesús, siempre atento a las necesidades del prójimo, responda a su madre con unas palabras que pueden sonar a descortesía o falta de interés por resolver el problema: «¿Qué nos importa a mí y a ti, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.» Sorprende mucho que en el lugar donde se celebraba la boda hubiera seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, destinadas a los ritos de purificación de los judíos. Seiscientos litros de agua parecen demasiados para un lavado ritual. Y sobre todo resulta muy extraño que en esta boda no se haga mención alguna de la novia. ¿Dónde está la novia?, porque recuerdo que son las mujeres judías y no los hombres judíos los que transfieren la raza a la siguiente generación.

Aquí somos testigos nuevamente la predominancia del machismo cristiano.
Cita Iniciado por Jandulilay Ver Mensaje
En aquella época parece que no había feministas. Sin embargo parece que sí había una mujer femenida que se preocupó por la felicidad de los comensales y se preocupó por por los asuntos de los novios. "Hijo tú puedes hacer algo"
Cita Iniciado por doonga Ver Mensaje

Y esa es la prueba de que se trató del matrimonio de Jesús.
Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
Este pasaje solamente figura en el evangelio de Juan ¡Lagarto, lagarto!
Resulta muy raro que sea invitado Jesús a la boda y a los cinco discípulos que había escogido tres días antes.

¿Por qué faltó el vino?

Posiblemente el único invitado era Jesús, y se presentó con cinco más. Era su forma de actuar.