Para un análisis más detallado vean este artículo.


Malaquías 2:3

He aquí, yo reprenderé a vuestra descendencia, y os echaré estiércol a la cara, el estiércol de vuestras fiestas, y seréis llevados con él.

El judaísmo debe tener alguna obsesión con eso de echar estiércol a la gente. Sólo así se puede explicar este versículo o este otro, del propio Talmud:

Los preceptos de los rabinos son más importantes que los mandamientos de la Biblia. Cualquiera que desobedezca a los rabinos merece la muerte, y será castigado en el infierno con excremento hirviente.

Fuente: Eruvín 21ª, p. 149-150 (21 b)

Sofonías 1:17

Traeré angustia sobre los hombres, y andarán como ciegos, porque han pecado contra el Señor; su sangre será derramada como polvo, y su carne como estiércol.

Una de las tantas amenazas de los autores bíblicos: de nuevo, usando la mierda metafóricamente.

Mateo 15:17

¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al estómago y luego se elimina?

Si no me lo dice la Biblia no me lo creo.


Marcos 7:18- 19

Y díjoles: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar;

porque no entra en su corazón, sino en el estómago, y se elimina Declarando {así} limpios todos los alimentos.

Y aquí una pequeña clase sobre cómo funciona el aparato digestivo según uno de los autores veterotestamentarios. ¿Para qué tanta seguridad alimentaria si todos los alimentos son seguros?


Lucas 13:8

El entonces respondiendo, le dijo: Señor, déjala aún este año, hasta que la excave, y estercole.

La solución agraria al porqué no da fruto una higuera metafórica que lleva 3 años sin darlo es echarle abono.

Filipenses 3:8

Y ciertamente, aun reputo todas las cosas pérdida por el eminente conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y téngolo por estiércol, para ganar á Cristo

En resumen, apelando a una simplificación de lo que dice este texto, al autor de Filipenses todo le parece una mierda excepto su confianza ciega (Fe) en su Cristo. No es que lo diga yo.