
Iniciado por
KIMO
Con las palabras de su boca, el sabio consigue aprobación;
pero los labios del insensato son su ruina:
?las primeras palabras de su boca son tontedad, y sus últimas palabras, una trágica locura.
?Con todo, el tonto no deja de hablar.
(Eclesiastés 10:12-14)
Y caperucita dijo "abuela, ¿porqué tienes esos ojos tan grandes?"
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.