“La razón por la cual los grupos religiosos se prestan tanto para el blanqueo de dinero, invirtiendo los beneficios, es que en sus declaraciones de impuestos no tienen que especificar de dónde sacaron el dinero ni qué hicieron con él”, dijo Hamilton. “Sus espacios públicos cierta característica de caja negra”.

Emilio Guerberoff, fiscal del Fuero Penal Económico Federal de Argentina le dijo a Infobae, socio de esta colaboración investigativa: “Puede haber un choque de intereses entre la libertad de culto religioso y la prevención del lavado de dinero, puesto que, al recibir donaciones anónimas a través de los diezmos, cuyo origen puede no estar justificado, las iglesias pueden convertirse en una perfecta máquina de lavado, sin que el dinero parezca tener un origen delictivo, ya que supuestamente proviene de seguidores”.

Fraude enérgico en Utah

En los pocos casos en los que destacados líderes eclesiásticos han sido condenados por blanqueo de dinero, los jefes de sus organizaciones religiosas – y, de hecho, las propias iglesias— rara vez son puestos bajo el mismo nivel de escrutinio.

En Utah, altos líderes de una rama mormona fundamentalista han salido con sentencias reducidas de una batalla judicial por uno de los fraudes más cuantiosos contra el erario público de la historia de Utah. El reciente caso, ante una Corte Federal Penal de Salt Lake City, demostró que lavaron dinero a través de las cuentas de la iglesia como parte de un esquema fraudulento de más de 500 millones de dólares, según reporteó Columbia Journalism Investigations, socio de la investigación periodística Paraísos de Dinero y Fe.

El Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS) incentiva la producción de combustibles renovables ofreciendo incentivos impositivos a quienes los produzcan localmente. El esquema de Utah consistía en simular la producción de combustible renovable, aunque los Kingston realmente estaban comprando y vendiendo el mismo combustible renovable a través de un círculo nacional e internacional de empresas. Una vez que lo pasaban, la compañía de Kingston, Washakie Renewable Energy, presentaba declaraciones de impuestos falsas que lo calificaban para recibir pagos en forma de cheques del Tesoro de los Estados Unidos por su trabajo de transformación del combustible.

La Orden, también conocida como la Cooperativa del Condado de Davis, fue fundada en 1935 y ahora está dirigida por Paul Kingston. Su iglesia, la Iglesia de Cristo de los Últimos Días – que no debe confundirse con la rama principal de la iglesia mormona, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días – es una comunidad religiosa muy unida. Se calcula que tienen entre 2.000 y 6.000 miembros que viven en la región de Salt Lake City. Es conocida por ser una de las pocas ramas mormonas que todavía practican la poligamia.

En 2019, dos hermanos Jacob e Isiah Kingston, en cargos altos dentro de La Orden se declararon culpables de defraudar al gobierno federal de Estados Unidos por 511 millones de dólares por haber reclamado falsamente créditos de energía renovable y fueron condenados en abril de 2020.

El Estado incautó los bienes a los miembros de esa orden que resultaron implicados, pero disfrutan de una sentencia menos larga, a cambio de haberle entregado al Estado evidencias en contra de su cómplice, quien no pertenece a la iglesia. Se trata de Lev Dermen, un armenio-americano veterano del crimen organizado, quien ha tenido lazos con altos funcionarios de los gobiernos de Turquía y de Belice y con funcionarios corruptos en Estados Unidos.

Las ganancias de este fraude se lavaron a través de la iglesia y otras entidades de Jacob, y pasaba por cuentas en todo el mundo vinculadas a las numerosas conexiones de Dermen en países como Turquía, Estados Unidos, México y Belice.

A medida que su caso se desarrollaba en la Corte Federal, los antiguos miembros del grupo aportaron información sobre otros fraudes. La secta religiosa fue acusada de robar fondos de programas federales como la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA por su sigla en inglés) y el Programa de Alimentos para el Cuidado de Adultos (CACFA, por su sigla en inglés).

En el pasado, los miembros han sido condenados por fraude a la asistencia social y también por incesto.

Ex feligreses consultados por CJI, un socio de esta investigación periodística, han asociado estos delitos con la doctrina de La Orden conocida como “desangrar a la bestia”, por la cual se les alienta a desfalcar agentes externos al grupo, incluso el gobierno de los Estados Unidos. Kent Johnson, portavoz de la Cooperativa del Condado de Davis (la iglesia) negó tajantemente que sigan esta doctrina.

“La Cooperativa tiene una larga historia de lo contrario(...) los miembros de la iglesia muchas veces se ven bajo un escrutinio, sujetos a auditorias e investigaciones, nueve veces mayor que el promedio de la población”, dijo Johnson, citando un estudio de la iglesia.

Los dos hermanos Kingston condenados en este caso más reciente aceptaron un cargo que describe una conspiración de lavado de dinero que utilizó a esta iglesia y a otras entidades relacionadas con la Orden. Durante el juicio no se demostró que la Cooperativa (iglesia)—como organización — hubiese aprobado el uso de sus cuentas para cometer el fraude.