El día en que los cristianos inventaron la cruz

[doonga]

GRACIAS LOMA,

Las religiones falsas han usado la cruz desde hace mucho tiempo.
En la antigüedad, la cruz se usaba para adorar a la naturaleza y en ritos sexuales paganos,
es decir, relacionados con dioses falsos.

Durante los primeros 300 años después de la muerte de Jesús,
los cristianos no usaron la cruz para adorar a Dios.
Pero el emperador romano Constantino convirtió la cruz en un símbolo del cristianismo.
Se usó este símbolo para hacer más popular el cristianismo.

Pero la cruz no tiene nada que ver con Jesucristo.
Una obra católica reconoce: “La cruz aparece tanto en las culturas precristianas
como en las culturas no cristianas” (New Catholic Encyclopedia).
Jesús no murió en una cruz.
Las palabras griegas que se traducen “cruz” significan “poste” o “palo vertical”.

Una traducción de la Biblia explica que en el griego del Nuevo Testamento
“no hay nada que siquiera dé a entender dos piezas de madera”
(The Companion Bible). Jesús murió clavado en un palo o madero vertical.

Y el empalamiento se usaba tanto antes de Jesucristo como después.
En todo caso, es irrelevante si Jesús murió en un palo, en una cruz, si murió a palos o si murió estrangulado.

Es absolutamente irrelevante.

Los testigos de jehová hablan de palo solamente para distinguirse de la cristiandad.
Así, los mandamases de la secta los mantienen separados, evitando que se mezclen con quienes les podrían abrir los ojos.

No hay mejor prueba de ello que las barbaridades que escribe Jandulilay, que ha llegado al extremo de afirmar
que algunas ramas de la ciencia son satánicas, porque contradicen los mitos de la edad de piedra.

Hace no mucho tiempo, justo antes de la pandemia, cuando los TJ iban de casa en casa,
yo siempre los recibía y dialogaba con ellos, y lo hacía con gusto. (y lo haré nuevamente cuando reinicien sus visitas).

Un día uno de ellos llegó eufórico esgrimiendo su celular. Parecía un bebé mostrando su bicicleta nueva.
Y me preguntó ¿de dónde crees que salió esto?

"Consecuencia indirecta de la evolución", le respondí, "al igual que las pirámides de Egipto".

Curiosamente, dejó de sonreír.

Y claro, pensó que la falacia del reloj y el relojero iba a pasar desapercibida.

Adhiero a la opinión de Einstein, cuando dice que la estupidez humana no tiene límites.