En esto de las religiones, no estaría de más seguir la pauta que utiliza la policía ante un asesinato ¿Quién se beneficia de que esta persona haya muerto?

Si dentro de nuestra religión nos preguntamos a cuántas personas les beneficia monetariamente nuestras creencias, quizás podamos comprobar que son demasiadas.

Consideremos por ejemplo a la Iglesia Católica. En un extremo, pongamos al simple curita de pueblo, y en el otro, al Papa.
Rellenemos el interior de ambos extremos (obispos, arzobispos, cardenales, etc.). Hay que tener en cuenta que las altas jerarquías viven mejor que Dios. Por eso existe el dicho referido a cualquier plato exquisito: “Boccato di cardinale”. Aunque no se sepa italiano, es fácil de traducir.

Lo dicho. Pregúntate ¿Hay mucha gente que viva de mi fe, aparte de Dios?