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tomas0402
No parece que Jesús en los momentos importante, se acordara del tan manoseado Espíritu Santo.
Veamos:
Este es un momento importante. Cita a toda la prole del Cielo, pero del Espíritu santo no dice ni mu.
"Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre."
(Marcos 13:32 Reina-Valera 1960)
Aquí también parece ser que habla en serio. Dice que es muy peligroso hablar contra el Espíritu Santo, pero nada nos dice si es peligroso hablar mal del Padre. Al omitir al Padre, da por sentado que al hablar del Espíritu Santo se está refiriendo a algo del Padre.
"A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero."
(Mateo 12:32 Reina-Valera 1960)
Aquí Jesús se refiere que el Espíritu Santo es un regalo del Padre. Al menos le compara con una dádiva.
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”
(Lucas 11:13 Reina-Valera 1960)
Aquí, sin mentarlo, se refiere al Espíritu Santo: una promesa de su Padre que envía él.
“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.”
(Lucas 24:49 Reina-Valera 1960)
En esta ocasión, se le compara con el agua.
“Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.”
(Juan 1:33 Reina-Valera 1960)
Este versículo lo paso por alto. Lo de Consolador así me lo aconseja.
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
(Juan 14:26 Reina-Valera 1960)
Otra vez que Jesús habla del Padre y de él y se olvida del Espíritu Santo.
“Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.”
(Juan 16:3 Reina-Valera 1960)
Según este versículo, el Espíritu Santo es el aliento de Jesús.
“Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.”
(Juan 20:22 Reina-Valera 1960)
Aquí parece que el Espíritu Santo es un recadero de Jesús.
“hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;”
(Hechos 1:2 Reina-Valera 1960)
Más de lo mismo. Se le compara con el agua:
“Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.”
(Hechos 1:5 Reina-Valera 1960)
Aquí Pedro compara al Espíritu Santo con un don.
Obsérvese que la formula es: En el nombre de Jesucristo. Nada de Padre y Espíritu Santo. Vamos progresando.
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
(Hechos 2:38 Reina-Valera 1960)
Aquí es considerado como algo que da Dios.
“Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen.”
(Hechos 5:32 Reina-Valera 1960)