Cita Iniciado por tomas0402 Ver Mensaje
En cierta ocasión, estando ingresado en un hospital, me visito una monja. Al despedirse me dijo; “¡Animo, Tomás! Ofrece tus dolores a Dios, para la salvación del Mundo”.

Me quedé pensando: ¿Alguna vez se verá saciado ese dios de sangre y dolor?
Jajajajaja Por aquí ya no hay monjas ni sacerdotes que visitan, afortunadamente.

Aunque cuando los hubo y no se porqué razón porque no abría la boca siquiera, me miraban pero no se acercaban jajajaja