Cita Iniciado por KIMO Ver Mensaje
Jesus no enseño eso

La Palabra de Dios guió a Jesús. Desde el principio de su ministerio, Jesús se dejó guiar por las Escrituras
(Mat. 4:4). Pero él le respondió: “Está escrito: No solo de pan debe vivir el hombre
(Deuteronomio 8:3) Así que te humilló y te dejó pasar hambre,
y te alimentó con el maná que ni tú ni tus padres habían conocido,
para que supieras que el hombre no vive solo de pan, sino de todo lo que sale de la boca de Jehová.





Fue tan obediente a la Palabra de Dios
que estuvo dispuesto a morir en un madero de tormento.
Incluso en sus últimas palabras citó de profecías mesiánicas



(Mateo 27:46) Cerca de la hora novena, Jesús gritó con fuerza: “Éli, Éli, ¿láma sabakhtháni?”
—es decir, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”—.

(Salmo 22:1) Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás lejos de salvarme, lejos de mis gritos de angustia?




(Lucas 23:46) Y Jesús gritó con fuerza: “¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!”. Después de decir esto, murió.
(Salmo 31:5) En tus manos encomiendo mi espíritu. Me has rescatado, oh, Jehová, el Dios de la verdad.

Los líderes religiosos de ese tiempo eran muy diferentes.
Despreciaban la Palabra de Dios cuando contradecía sus tradiciones.

Hablando de ellos, Jesús citó lo que Jehová dijo mediante el profeta Isaías:
“Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí.
En vano siguen adorándome, porque enseñan mandatos de hombres como doctrinas” (Mat. 15:7-9).
Jesús enseño a sus hijos y a sus hijas qué observaron las escrituras ya que en ellas esperamos tener la vida eterna, y eso es lo que hacemos observarlas y ver el trigo y la cizaña.