Uno de los presidentes más represivos de México, Gustavo Díaz Ordaz le gustaba mucho esta idea que proviene de Bernard Shaw, que ser comunista es una cuestión de edad, que un jóven que es inmaduro y que cuando es maduro lo dejará de ser. Es una trampa y en mi perspectiva una falacia que se ahorra la discusión de fondo. No la edad no tiene nada que ver con la verdad y el conocimiento. No se puede discutir ahorrandose los argumentos.