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misericordia
Santiago nos hablo bastante sobre los ricos y sus codicias, pero también hay que recodar siempre las palabras de Jesucristo, que nos habla de los ricos y las riquezas.
Y es que la codicia de los bienes de este mundo, es la Raíz de todos los males. Y el ejemplo lo tenemos en Jesucristo y los Apóstoles, ellos no fueron codiciosos de riquezas de este mundo ni de casas ni de tierras ni de tesoros. Su dedicación era completa a la enseñanza del bien común que es lo que nos enseña el Evangelio.
Dios hizo las cosas creadas para todos los hombres para que todos las disfruten con el mismo derecho, pero los hombres desobedientes inventaron las leyes del derecho de la propiedad y así vino el problema de los tuyo y de lo mio. Y por lo tuyo y lo mio vino la desigualdad y vino las guerras entre los hombres.
Los hombres codiciosos se quieren adueñar de lo que es de todos y los hombres que no tienen nada, nunca comprenden porque unos tienen tanto y otros tan poco y otros no tienen derecho a nada. El Evangelio es el que nos entrega el camino recto, pues nos manda que hagamos con los hombres todo aquello que nosotros deseamos que hagan los hombres con nosotros.
Cuando no tenemos nada, lo que deseamos es que los hombres tengan en común con nosotros todos sus bienes. Y ese es lo que manda el Evangelio:
Vivir con Misericordia..porque la misericordia es lo que Dios quiere.