A pesar de la conocida frase “Ojo por ojo y diente por diente”, también nos encontramos con estos pasajes bíblicos:

“Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.
5 Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo”.
(Éxodo 23:4-5 Reina-Valera 1960)

“No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado.
18 No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.”
(Levítico 19:17-18 Reina-Valera 1960)

“Si vieres extraviado el buey de tu hermano, o su cordero, no le negarás tu ayuda; lo volverás a tu hermano.
2 Y si tu hermano no fuere tu vecino, o no lo conocieres, lo recogerás en tu casa, y estará contigo hasta que tu hermano lo busque, y se lo devolverás.
3 Así harás con su asno, así harás también con su vestido, y lo mismo harás con toda cosa de tu hermano que se le perdiere y tú la hallares; no podrás negarle tu ayuda.
4 Si vieres el asno de tu hermano, o su buey, caído en el camino, no te apartarás de él; le ayudarás a levantarlo.”
(Deuteronomio 22:1-4 Reina-Valera 1960)

Los judíos consideraban que ellos no tenían derecho a la venganza, pues la venganza solamente le correspondía a Jehová:

“Mía es la venganza y la retribución;
A su tiempo su pie resbalará,
Porque el día de su aflicción está cercano,
Y lo que les está preparado se apresura.”
(Deuteronomio 32:35 Reina-Valera 1960)

“No digas: Yo me vengaré;
Espera a Jehová, y él te salvará.”
(Proverbios 20:22 Reina-Valera 1960)

“No digas: Como me hizo, así le haré;
Daré el pago al hombre según su obra.”
(Proverbios 24:29 Reina-Valera 1960)

Pero ya que esperaban a que Jehová cumpliese la venganza, ellos podía hacer que esa venganza fuese mayor. Si se portaban bien con sus enemigos, éstos quedaban en evidencia de su maldad, y la venganza de Jehová era mayor.

“Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan,
Y si tuviere sed, dale de beber agua;
22 Porque ascuas amontonarás sobre su cabeza,
Y Jehová te lo pagará.”

(Proverbios 25:21-22 Reina-Valera 1960)

En una palabra. Hacer bien a los enemigos es “amontonar ascuas sobre sus cabezas”.

Las maravillosas palabras de Jesús:

“Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
39 Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;
40 y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;
41 y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos.
42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”.
(Mateo 5:38-45 Reina-Valera 1960)

¿Están dentro de esta filosofía?

Completamente. Jesús era un judío, y como tal, actuó con la doctrina judía.
Por favor, no se altere. No hablo por hablar:

“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
18 Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.”
(Romanos 12:17-20 Reina-Valera 1960)

¿Ahora han entendido lo que significa “amontonar ascuas de fuego sobre la cabeza de alguien”?