Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
Por supuesto. Si "husmean" las escrituras posiblemente abandonen las creencias, o abandonen la secta que los ha hecho cautivos.
Porque una persona sin conocimiento jamás comprenderá que ahorcarse o reventarse las tripas son lo misma cosa.
"El muchacho cruzaba la trocha del tren y fue arrollado. La autopsia indicó que habría muerto por ahorcamiento, mientras que la policía afirmaba que fue encontrado en la bañera con las venas cortadas".
Última edición por doonga; 07-ago.-2021 a las 10:01
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
Si husmean sin conocimiento entonces no comprenderan el mensaje de Salvacion a lo largo de la Escritura.
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
Obvio. Normalmente quién husmea está sin prejuicios.
Pero quien es creyente fanatizado le busca la quinta pata al gato para demostrarse a si mismo que aquello que desea creer aparece en la biblia.
Así, por ejemplo, hay estudiosos de la biblia que intentan explicar la trinidad torciendo los escritos, como los católicos, otros intentan demostrar la angelitud de Jesús como los TJ, torciendo los escritos, otros intentan demostrar la divindad de Jesús, torciendo los escritos, otros tratan de encontrar profecías donde no las hay...
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
Los prejuicios los desarrolla el que ignora y no el que no ignora.
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
Job 19:25-27
"Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios
Al cual veré por mí mismo,Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí. "
¡Gracias, Loma_P! Quedan cosas en el tintero.
Jesús había sido muy extremista en cuanto los requerimientos a sus discípulos:
Conocido es lo que Jesús exigía para ser su discípulo:
- A los ricos, vender sus bienes y dárselo a los pobres.
- A los demás, ni despedirse de la familia ni enterrar a sus padres.
Al final de su vida, y no sabemos porqué, aparece un personaje que se había saltado las normas de Jesús.
Dice Juan: “...José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos...”.
¿En qué quedamos, Jesús? ¿Manifestamos ser discípulos tuyos, o nos escondemos hasta que pase la tormenta? ¿Los que (según los evangelistas) condenaron a Jesús, eran tan gilipollas que no se dieron cuenta de lo que hicieron José de Arimatea y Nicodemo?
¿Piensan que durante siglos los lectores de sus “paridas” iban a seguir siendo retrasados mentales?
La Verdad nos hará libres.